martes, 6 de noviembre de 2012

Autopsia.

Estaría bien que cada 5 años nos practicaran una autopsia sexual.
Que nos quedáramos muy quietos y alguien nos dijera qué parte de nuestro cuerpo no ha sido acariciada; cúantos besos hemos recibido; si ha sido más querido una mejilla o una ceja o una oreja o los labios.
Una autopsia en toda regla de nuestro sexo, pero con nosotros vivos, aunque inmóviles.
Que alguien, tan sólo mirando nuestros dedos, supiese si han tocado con pasión o simplemente por rutina. Si nuestros ojos han sido mirados con deseo o nuesta lengua ha conocido a muchos congéneres.
¿Cúantos mordiscos, cúantos susurros, cúantos chupetones hemos sentido? Un cómputo de números sobre nuestro sexo, nuestra lujuria, nuestro placer solitario.
Y lo mejor es que cuando acabe esa autopsia sabremos que estábamos vivos, que podemos mejorar y lograr que nos acaricien, que deseemos, que amemos y que nos amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario